Algunas pistas para identificar, entender y atender las altas capacidades

 

Todos los niños superdotados no son iguales. Pueden compartir algunas características, pero hay tantas altas capacidades como personas con ese potencial. Cada persona de alta capacidad es única e irrepetible. Por eso es importante superar los estereotipos y ver a la persona, no compararla con el resto y tratar de entenderla en su individualidad.

Hoy en día la idea del cociente intelectual como medida única de las capacidades intelectuales y como indicador de éxito ha sido cuestionada, dando paso a una concepción más rica en la que se tienen en cuenta de manera significativa aspectos como la creatividad, el estilo de aprendizaje etc…

La alta capacidad es pues una potencialidad que solo se desarrolla si se dan las condiciones adecuadas para ello. Es dinámica y ocupa todo el ciclo vital de la persona. Como señala Javier Tourón, confundir potencial con alto rendimiento es como no distinguir entre potencia y acto.

El psicólogo especializado en el campo de las altas capacidades, Pedro Fernández, afirma en un extenso e interesante artículo publicado en el blog AACC La Rebelión del Talento, que el espectro es tan amplio que va desde el alumnado con buen rendimiento escolar y buen desarrollo integral, hasta el que tiene bajo rendimiento escolar y un desarrollo integral desajustado. También nos podemos encontrar con el alumnado doblemente identificado (en el que la dislexia o la hiperactividad estén ocultando sus altas capacidades) o el alumnado que pasa desapercibido porque difumina sus altas capacidades para resultar aceptado o el que procede de otras culturas o medios sociales desfavorecidos.

Según asegura este psicólogo, para la identificación y  atención de estos niños es fundamental:

1. Ver. En ocasiones no vemos porque no conocemos que estamos mirando.
2. Sentir. Ser empáticos con ellos, conectar con su sensibilidad y aceptarla.
3. Comprender que se trata de una serie de características propias que hacen de cada persona de alta capacidad una persona única y especial (como el resto del alumnado).
4. Actuar y atender las necesidades surgidas por sus características.

 

Algunas señales de alta capacidad

Así, las señales que nos alertan de estar ante un alumno de altas capacidades pueden ser muy diversas. Algunas de carácter negativo, como aburrimiento, hastío, síntomas psicosomáticos, oposicionismo, inquietud motora, agresividad, fracaso escolar o abandono; y otras positivas, como aprendizaje muy rápido, memoria llamativa, orientación espacial muy destacada, comentarios introspectivos y profundos…

Históricamente se ha dado la visión de la persona de alta capacidad como inestable, problemática y aislada, lo cual ha derivado en estereotipos y prejuicios.  Hoy en día sabemos que esta idea es errónea, ya que no existe una relación causa-efecto. Por el contrario, sí hay numerosos autores que nos hablan de su elevada sensibilidad e intensidad, tanto emocional como sensorial, de su independencia de las opiniones de los demás, su desarrollo moral avanzado, su sentido del humor y su deseo de conocer y compartir lo aprendido con los demás…

Según explica Pedro Fernández, especialista en la identificación, evaluación e intervención de la alta capacidad, estas personas rebosan emoción, pasión y entusiasmo, llegando, en ocasiones, a agotar a otras con su emocionalidad. También pueden ser muy perfeccionistas y exigentes y tener una baja tolerancia a la frustración.

 

¿Qué podemos hacer los padres y profesores para ayudarles?

 

• Escucharles de forma activa y aceptar sus diferencias y su forma de ser.

 

• Apoyar su curiosidad y concederles permiso para equivocarse.

 

• Lo que menos necesitan es más estrés, por lo que no conviene añadirles más presión de la que tienen. Es importante enfatizar en el aprendizaje, más que en los resultados finales o en las notas.

 

• Mantener un contacto continuo con el colegio y el orientador para explicar las características del niño y sus necesidades. No arrinconarse.

 

• En la relación escolar es tan importante lo que se dice, como la forma en la que se dice. Así, el contacto visual y el tono de voz son elementos que hay que cuidar mucho. Necesitan sentirse apoyados y guiados. Necesitan sentir que sus mentores, padres y profesores creen en ellos.

 

• Ayudarles a relajarse.

 

• Hablar con ellos de lo que les interesa y fomentarlo. Aprender con ellos. Llevarles a exposiciones.

 

• Darles espacio para que encuentren sus propios intereses.

 

 

⇒ Pedro Fernández es psicólogo sanitario especializado en el campo de las altas capacidades y el desarrollo personal. Director del Centro de Psicología y Formación, Centro Mirabilia, www.centromirabilia.org, formador de profesores y orientadores en las comunidades de Madrid y Castilla-La Mancha, y profesor de varios talleres de AEST (tanto para padres como para niños).

 

PARA SABER MÁS:

• FERNÁNDEZ, Pedro: Una visión profesional sobre cómo son y cuáles son las necesidades emocionales de los niños de Alta Capacidad. AACC. La Rebelión del Talento.
• ALEGRÍA, Eva R.; PÉREZ, José Luis; RUIZ MAHAMUD, Félix: A mí no me parece. Casos prácticos de la alta capacidad. Editorial Paraninfo.
• Características de las personas de Altas Capacidades. Blog www.altascapacidadesytalentos.com.

 

FOTOGRAFÍA:

www.pixabay.com

CC0 Public Domain

Gratis para usos comerciales

No es necesario reconocimiento